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El capital social de la empresa es uno de los elementos principales a la hora de fundar un negocio, pero, ¿sabes qué es y para qué sirve?
Te cuento todo sobre este concepto para que tengas las cosas claras antes de arrancar con tu empresa. ¡Vamos! 🙌
El capital social de una empresa es el valor monetario que suman el conjunto de aportaciones económicas o de bienes de todos los socios.
Para que lo entiendas más fácilmente, es el dinero (o bienes) que los socios ponen en común en el negocio para tener un “colchón económico” que respalde la actividad de la empresa.
Los tipos de capital social que puede aportarse en una empresa son:
Esta contribución se puede hacer en el momento en que se constituye la sociedad o más adelante y forma parte del patrimonio de la empresa.
De hecho, el capital social queda reflejado tanto en los estatutos como en el Registro Mercantil.
Como ves, el capital social es una de las principales diferencias entre ser autónomo o contar con una sociedad.
Como trabajador por cuenta propia no tienes que poner este capital, pero al fundar una sociedad la ley exige que los socios lo aporten y pasa a ser propiedad de la empresa.
Además, las aportaciones al capital social determinan la participación de cada socio en el negocio por lo que el que más pone, más derechos obtiene (te lo explico mejor en el siguiente punto).
El capital social tiene varias funciones:
Para calcular el capital social de tu empresa solo tienes que sumar el valor total (monetario) de todas las aportaciones realizadas por los socios.
🧑🏫 Por ejemplo: tú pones 2.000 € en efectivo, uno de tus socios pone un ordenador valorado en 1.000 € y otro socio pone maquinaria también valorada en 1.000 €. Así, el capital social de vuestra empresa es de 4.000 €.
Ten en cuenta que si se aportan bienes no dinerarios, la valoración de estos debe ser real y justificada. En algunos casos es posible que se necesite un informe o justificante que acredite ese valor.
A continuación te voy a resolver las preguntas más frecuentes sobre el capital social que tienen aquellas personas que están pensando en crear una sociedad:
Es probable que a estas alturas del post te venga esta duda a la cabeza. La respuesta es sí, el capital social de una empresa se puede gastar, no tiene por qué guardarse bajo llave para siempre.
Los socios podéis utilizar el dinero o los bienes desde el primer día para desarrollar la actividad. Eso sí, no puede usarse para fines personales, solo para el funcionamiento del negocio.
De hecho, puede pasar que el capital social se gaste, sobre todo en los primeros meses de actividad.
🧑🏫 Te voy a mostrar con un ejemplo de qué pasa si se queda a cero:
Imagina que constituyes una Sociedad Limitada con un capital social de 4.000 €.
En el primer mes los gastas para pagar el alquiler, maquinaria, los costes de asesoramiento y gestoría, altas en suministros e internet…
Legalmente el capital social sigue siendo de 4.000 €, porque es lo que está señalado en los estatutos y el Registro Mercantil pero el dinero líquido ya no está.
En este caso lo que ocurre es que se ha convertido en activos (como maquinaria o una web) o se ha usado como gasto para pagar servicios.
Ese dinero puede estar gastado sin que suponga un problema legal.
No es obligatorio porque, como ya te he explicado, está ahí para que la empresa lo use para operar. Eso sí, hay una excepción que no hay que perder de vista:
El artículo 363.1.e) de la Ley de Sociedades de Capital establece que si las pérdidas acumuladas del negocio dejan el patrimonio neto por debajo de la mitad del capital social, los administradores de la empresa tienen que tomar medidas.
🧑🏫 Te explico este supuesto con el capital social de una empresa con un ejemplo:
El capital social de tu empresa es de 4.000 €, tenéis unas pérdidas acumuladas de - 3.000 € y eso os deja con un patrimonio neto de 1.000 €.
En este caso el patrimonio neto está por debajo del capital social lo que obliga a actuar. ¿Qué puedes hacer?
Otra de las grandes dudas que suelen surgir cuando se habla de capital social es si se puede embargar, sobre todo cuando la empresa está en un momento de dificultad financiera.
La realidad es que el capital social en sí mismo no se embarga, pero sí que se pueden embargar los activos de la empresa que has pagado con ese capital para hacer frente a las deudas.
Así, aunque no puedan tocar el capital social directamente, al formar parte del patrimonio de la sociedad puede verse afectado de forma indirecta.
A lo largo del artículo te he puesto varios ejemplos sobre el capital social de una empresa, pero voy a explicarte un caso real de un sector que cuenta con una normativa específica.
Gracias a él verás que, en principio este tema es bastante sencillo, pero hay casos en los que se debe tener en cuenta ciertas características "especiales".
La situación es la siguiente:
Quieres crear una empresa de seguridad privada con solo un socio. Entonces, ¿Qué capital social debes poner?
Para este supuesto no solo hay que tener en cuenta la Ley de Sociedades de Capital, sino también la normativa específica del sector.
El capital social necesario para una empresa de seguridad privada se establece en España a través de la Ley 5/2014 de Seguridad Privada. En esta ley se especifica que el capital social varía en función del tipo de servicios de seguridad que va a ofrecer la empresa.
En general, el mínimo exigido para una empresa de este sector es de 30.000 € en Sociedades Limitadas y 60.000 € para Sociedades Anónimas.
💡 Por eso, te recomiendo consultar tu caso específico con un asesor legal especializado, para asegurar que haces las cosas correctamente desde un inicio.
Después de todo lo que te he contado has podido comprobar como el capital social de una empresa es una parte fundamental en la constitución de la sociedad ya que afecta a la seguridad financiera, a su estructura y a la relación que existe entre los socios.
Si estás a punto de dar de alta tu propia sociedad no te compliques la vida y confía en Openges para ayudarte desde el primer paso. Hazte las cosas fáciles y hazlas bien 😜