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Cuando estás planeando montar tu propia empresa, entre las miles de cosas que tienes que tener en cuenta antes de abrir las puertas del negocio es qué forma jurídica vas a elegir.
Tener esto claro es importante porque tiene implicaciones en los impuestos que vas a pagar, el riesgo que asumes y los papeleos legales que hay que rellenar.
En esta guía te voy a explicar detalladamente qué es la Sociedad Unipersonal Limitada (SLU), una forma jurídica muy interesante si tienes una empresa tú solo y no quieres asumir los riesgos personales que supone ser autónomo.
Siéntate en un sitio cómodo que aquí tenemos lectura para rato. ¡Vamos!
Antes de meterme en faena a explicar qué es la Sociedad Unipersonal Limitada, tengo que aclarar qué es una empresa unipersonal para sentar bien las bases de lo que te voy a contar más adelante.
👉 En España es posible trabajar tú solo con tu propia empresa y hacer que sea una sociedad. ¡Milagro! No siempre hay que ser autónomo en la vida para poder perseguir el sueño de trabajar para ti mismo.
Este tipo de empresa tiene como característica principal que pertenece a una sola persona (física o jurídica) que es la que controla totalmente el negocio. Vamos, que no hay que tener socios, aunque la empresa funciona con la estructura de las sociedades mercantiles.
Cuando optas por este tipo de negocio, la forma jurídica más habitual por la que se suele optar es la Sociedad Limitada Unipersonal o SLU. Con ella puedes separar tu patrimonio personal del de empresa, algo fenomenal si quieres proteger tus bienes en caso de deudas o de líos legales.
Te lo explico mejor en el siguiente punto.
Una Sociedad Limitada Unipersonal o SLU es una entidad mercantil que opera dentro del mercado con una personalidad jurídica propia y cuenta con un único socio que es el titular de todas las participaciones en las que se divide el capital social del negocio.
Las principales características de una SLU son:
Cuando estás emprendiendo una de las dudas más comunes es pensar si conviene más ser una Sociedad Limitada Unipersonal o un autónomo.
La SLU tiene ventajas e inconvenientes, al igual que la figura del autónomo. Vamos a compararlas.
Las ventajas de la SLU frente a ser autónomo son:
Por otra parte, ser autónomo compensa más en el caso de que quieras ahorrarte trámites administrativos y contables, para pagar menos costes de constitución y mantenimiento y si no te apetece tener la obligación de presentar las cuentas anuales y llevar una contabilidad formal.
En el caso de que veas que te compensa más establecer una sociedad frente a darte de alta de autónomo, es importante analizar bien las ventajas e inconvenientes de la Sociedad Limitada Unipersonal.
Más allá de lo que te vengo contando a lo largo de toda esta guía de que la responsabilidad es limitada y que da una imagen más profesional y de confianza que operar con un autónomo, las ventajas de la SLU son:
Por el lado contrario las desventajas son:
Ahora que ya estás decidido te preguntarás: “¿qué necesito para abrir una empresa unipersonal?”. ¡Vamos a ver los requisitos para una SLU!
1º Elige y reserva el nombre:
La SLU debe operar dentro del mercado con un nombre que permita identificarla. Para ello, debes elegir su nombre y, una vez establecido, solicitar un certificado de denominación negativo en el Registro Mercantil para comprobar que no está ya cogido por otra empresa.
Si el certificado es negativo, el nombre quedará reservado para ti durante 6 meses. Debes usarlo poniendo tras él las siglas SLU para hacer referencia al tipo de sociedad.
2º Abre una cuenta bancaria y deposita el capital social:
Debes contar con una cuenta bancaria a nombre de tu Sociedad Limitada Unipersonal y meter en ella los 3.000 € del capital social mínimo obligatorio.
Durante la fase de constitución de la empresa no es necesario que metas esa cantidad de golpe, con 1 € basta para seguir con los trámites de apertura. Más adelante sí que deberás meter el importe completo para que la entidad bancaria emita un certificado en el que acredite que ya tienes el capital social necesario.
3º Redacción de los estatutos sociales y escritura pública:
Se trata de un documento en el que se señalan las normas internas por las que se va a regir el funcionamiento de tu empresa. En los estatutos deben aparecer datos esenciales como la denominación social o su domicilio social.
Es un documento fácil de hacer, pero te recomiendo que cuentes con un experto como los de Openges para que no te dejes ningún dato importante. Ellos también pueden ayudarte con la escritura pública de constitución.
Esto consiste en ir al notario con toda la documentación que tienes hasta el momento y firmar la constitución de la Sociedad Limitada Unipersonal.
4º Hacer trámites con Hacienda:
“Hacienda somos todos” y obviamente también se va a interesar por tu SLU. Antes de empezar con tu actividad tienes que obtener un Número de Identificación Fiscal, darte de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y presentar la declaración censal para que la Agencia Tributaria sepa que vas a estar por aquí trabajando.
5º Inscripción en el Registro Mercantil:
Una vez que ya se ha firmado la escritura, se presenta su inscripción en el Registro Mercantil de la provincia en la que tienes el domicilio social y… ahora sí que sí, tu Sociedad Limitada Unipersonal adquiere personalidad jurídica propia.
Tener una Sociedad Limitada Unipersonal sin trabajadores es perfectamente normal. En ella el socio único es el administrador y realiza él mismo la actividad de la empresa. En este caso se cotiza como autónomo societario en la Seguridad Social.
Como ya te he comentado antes, una Sociedad Limitada Unipersonal con trabajadores también es posible.
Así, la SLU actúa como cualquier empresa empleadora haciendo altas en la Seguridad Social, pagando nóminas, cotizaciones y cumpliendo con las normativas laborales vigentes en el momento.
Los dos escenarios son posibles sin tener que estar cambiando la forma jurídica de la empresa cada vez que se produce un cambio.
Como siempre en estos casos la respuesta es: depende. Una Sociedad Unipersonal Limitada es una opción perfecta si quieres emprender con una estructura más sólida y profesional que proteja tu patrimonio ante cualquier problema. Eso sí, como en todo tipo de forma jurídica, la SLU tiene obligaciones y costes a los que hacer frente.
Si tu negocio es pequeño y los ingresos no son muy altos tal vez te interese más empezar como autónomo y hacer el cambio más adelante. Eso sí, si ya vas a empezar con proyectos grandes y contratando personal la Sociedad Limitada Unipersonal puede ser una elección estratégica.
Consulta con los profesionales de Openges antes de darla de alta para poder tomar una decisión informada con la que sentirte seguro de estar haciendo lo mejor para tu economía y para la de tu empresa. ¡Es el momento de dar vida a tu negocio!