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Cuando decides emprender, la razón social de una empresa es lo más básico por lo que empezar. Seguro que te suena, sino es así, no pasa nada porque te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre ella.
¡Vámonos que nos vamos, emprendedores! 😎
La razón social de una empresa, también llamada denominación social, es el nombre que tiene y con el que se identifica de forma oficial a la hora de firmar documentos o realizar trámites administrativos y jurídicos.
Este nombre es exclusivo, no pueden existir dos razones sociales iguales. Para evitar que haya duplicidades, en el momento de la constitución, se solicita en el Registro Mercantil Central un certificado que acredite que no existe una sociedad con el mismo nombre.
Inscribir a la empresa con una razón social es obligatorio, ya que eso será lo que le de la categoría y la forma jurídica. Así que, ten cuidado, porque sin razón social no podrás iniciar tu actividad.
La denominación social contendrá unas siglas en función del tipo de sociedad que sea:
La razón social del autónomo será su nombre y apellidos, mientras que para las empresas, la razón social será el nombre con el que están registradas en el Registro Mercantil.
La razón social, como hemos visto, es el nombre que utiliza la empresa para identificarse en cuanto a trámites y burocracia.
El nombre comercial es el que queremos que conozcan los clientes y todo el público en general.
Estos dos nombres no tienen que ser iguales. Además, la razón social suele ser descriptiva, y el nombre comercial más atractivo y fácil de memorizar.
Para que puedas verlo al uso, un ejemplo de razón social de una empresa puede ser Paco Pérez, y el nombre comercial Desinsectación y Desinfección Pérez.
Un caso muy conocido es el de Inditex, S.A, que es su denominación social, aunque utiliza distintos nombres comerciales para la venta de sus productos, como Zara.
La razón social de una empresa tiene distintas e importantes funciones para una empresa. Te las voy a ir desgranando una por una:
Este es el principal motivo por el que existe la razón social en una empresa, para identificarla legalmente y poder realizar transacciones comerciales.
También se usa para identificar a la compañía ante las Administraciones Públicas, pagar los impuestos y relacionarse con la Seguridad Social.
Aparecerá en forma de datos en los contratos, facturas y otros documentos legales que se llevan a cabo.
¡Ojo! La razón social es fundamental para no confundirse ni tener problemas legales.
Con la razón social diferencias a tu empresa del resto de compañías que existen en el mercado.
Este punto es importante en casos legales, transacciones y para crear tu propia imagen y reputación en el sector.
Si tu razón social es clara transmitirá información sobre tu negocio.
Puedes utilizar un nombre en el que describas la actividad que realizas, comunicando así a los clientes a lo que te dedicas. De esta forma, generarás confianza y transparencia.
Cuando vayas a elegir la razón social para tu empresa, puedes añadir algo que refleje la identidad y los valores de tu marca, transmitiendo su personalidad.
Ten en cuenta que esto ayudará a tu branding destacando en el mercado.
Aunque no hay muchas reglas a la hora de crear la razón social de una empresa, ya te hemos dado algunas pistas en los puntos anteriores.
Recuerda que el nombre elegido debe estar disponible en el Registro Mercantil, no pueden existir dos sociedades con el mismo nombre.
Tampoco puedes incluir abreviaturas, salvo las que indican la forma jurídica de la empresa, como S.L o S.A, ni siglas, ni un dominio de internet.
Como recomendación, evita las palabras malsonantes, ya que el Registro Mercantil podría rechazar tu solicitud. Y no querrás empezar el proceso desde el principio, ¿verdad?
Puede que tengas constituida tu empresa con una razón social, y ya sea porque quieres añadir líneas nuevas de negocio, haya grandes cambios en los accionistas o la denominación actual sea negativa, quieres cambiarla. ¿Es eso posible?
¡Estás de suerte! Sí es posible, y además te voy a explicar cómo.
Al igual que ocurre la primera vez que eliges la denominación social de tu empresa, tienes que solicitar la certificación del Registro Mercantil Central, para que el nombre elegido no coincida con otra sociedad ya existente.
Una vez convocada la Junta General de socios y accionistas, si los hubiera, y elegida la nueva denominación, es imprescindible modificar los estatutos sociales de tu negocio.
El siguiente paso, será ir a un notario que lo elevará a escritura pública, y presentará la certificación de los acuerdos de la junta celebrada. No te olvides de entregar el certificado que solicitaste en el Registro Mercantil Central.
Ahora, tendrás que presentar, en el Registro Mercantil, los nuevos estatutos y el certificado. De esta forma, podrán verificar si todo está en orden para inscribir a tu organización con el nuevo nombre.
Por último, pero no menos importante, deberás cambiar la denominación en todos los documentos y contratos de la empresa.
Y con esto y un bizcocho, ya tendrías cambiada tu razón o denominación social. 😉
Tanto elegir una denominación social correcta, como cambiarla no tiene que suponer mucho problema. Por lo menos, no después de leer este artículo.
En cualquier caso, si necesitas asesoramiento, cuenta con Openges. Tendrás una asesoría de confianza que se encargará de todo desde el inicio de tu actividad, y unos profesionales con años de experiencia que estarán encantados de ayudarte. 👌