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Cuáles son los gastos fiscalmente deducibles del modelo 130

4 de febrero de 2025
Gastos fiscalmente deducibles Modelo 130

Si eres un autónomo que desarrolla una actividad seguro que sabes lo que es un gasto fiscalmente deducible y lo útil que puede resultar para evitar pagar de más.

Pero hay que tener cuidado y no incluir cosas que la Agencia Tributaria no considera deducibles.

Para ello, es importante saber cuáles son los gastos fiscalmente deducibles en el modelo 130 y por qué son tan importantes.

Por qué son importantes los gastos fiscalmente deducibles del modelo 130

Los gastos deducibles son los que se incluyen en la normativa de cada impuesto y que pueden deducirse de los ingresos para obtener la base imponible.

Estos gastos tienen importancia porque permiten restar sus importes de lo que hay que pagar a la Agencia Tributaria.

Eso sí, es importante tener en cuenta que no todos los gastos que se puedan tener son deducibles a la hora de presentar el modelo 130, es decir para el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Principales gastos fiscalmente deducibles en el modelo 130

Los gastos deducibles en el modelo 130 deben estar vinculados a la actividad, justificados mediante factura y registrados en la contabilidad de la empresa.

En cualquier caso, existen algunos tipos de gastos que pueden ser más cuestionados en función del tipo de actividad y otros factores. Por ejemplo, los suministros o la gasolina.

Por eso, es importante deducir únicamente lo que la Agencia Tributaria tenga establecido según su criterio de aplicación en los tributos.

Los gastos que pueden deducirse habitualmente son los que vamos a ver a continuación.

Consumos de explotación

El concepto de este tipo de gastos es bastante amplio y se refiere al aprovisionamiento necesario en la empresa para comprar materias primas, embalajes y similares.

Para calcular el consumo que se ha hecho a lo largo del ejercicio, se utiliza la fórmula: existencias iniciales + compras - existencias finales.

Gastos de personal

En los gastos de personal se incluyen todos los gastos que tengan que ver con los gastos de personal.

Entre los más habituales están los sueldos y salarios, las indemnizaciones, las dietas y las cotizaciones.

Esta categoría suele tener un importe elevado, así que es importante tener claro qué gastos son deducibles para reducir su importe de los beneficios obtenidos con la actividad.

Cuota de autónomos

Como ya sabrás, los autónomos tienen que pagar mensualmente una cuota a la Seguridad Social en concepto de cotización.

El importe a pagar dependerá de los ingresos reales que se obtengan de la actividad.

Al ser un gasto que está directamente vinculado a la actividad, se puede deducir completamente. Para su justificación basta con presentar el extracto del banco donde se pueda ver que se ha cobrado la mensualidad.

Suministros

Éste es uno de los gastos que pueden tener más dificultades a la hora de deducirse.

Los trabajadores por cuenta propia pueden deducirse a efectos del IRPF algunos suministros como la luz, el agua o el gas del establecimiento donde desarrollan la actividad.

Para los profesionales que trabajan desde su propio domicilio, existe una regla especial y es que podrán deducirse el 30% del coste de los suministros de la parte proporcional de la vivienda donde ejercen la actividad.

Servicios de profesionales independientes

Lo habitual en los autónomos es que contraten ciertos servicios de otros profesionales que les ayuden con determinadas áreas de su negocio.

Estos gastos pueden deducirse en el modelo 130.

Los servicios de profesionales independientes deducibles más habituales son los honorarios de asesores, abogados y notarios. También se podría incluir como gasto deducible la comisión de un agente inmobiliario que haya intervenido en la búsqueda de un local para el desarrollo de la actividad.

Arrendamientos

Cumpliendo con los requisitos generales para que sean deducibles, los gastos de arrendamiento de todo tipo pueden deducirse en el IRPF.

Se puede deducir el alquiler del local donde se desarrolla la actividad y también el renting o el leasing de coches o maquinaria.

Gastos de manutención

Con los gastos en dietas y pernoctación hay que tener en cuenta el límite diario establecido por la Agencia Tributaria.

Un punto fundamental a tener en cuenta en este tipo de gastos deducibles es que tengan relación directa con la actividad económica que se realice y que el pago se haga a través de medios electrónicos.

Tributos fiscalmente deducibles

Hay algunos impuestos, tasas y recargos que pueden deducirse en el IRPF.

No es deducible en ningún caso el importe de sanciones que se hayan tenido que pagar por incumplimientos en las obligaciones tributarias ni los recargos por presentar las declaraciones fuera del plazo establecido para ello.

Algunos ejemplos de tributos fiscalmente deducibles son el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

Gastos financieros

En la mayoría de las actividades económicas es normal encontrar ciertos gastos financieros como los intereses de préstamos y créditos, las comisiones bancarias o los recargos por aplazar el pago de las deudas.

Bien. Pues todo este tipo de gastos son también deducibles en el modelo 130.

Eso sí. No podrán deducirse los gastos que deriven del uso del capital propio.

Otros gastos deducibles

Además de los gastos deducibles que ya hemos visto, hay otro tipo de gastos que también se pueden incluir en el IRPF, como las cuotas de asociaciones empresariales o la suscripción a revistas profesionales.

Los gastos deducibles en el modelo 130 son variados, pero deben cumplir ciertos requisitos para ser incluidos. Entre los más comunes están los de explotación, personal, arrendamiento y suministros.

Asesoría autónomos

Para evitar errores o incluir gastos indebidos, contar con un asesor fiscal especializado, como Openges, es clave. Así, te aseguras de que tus impuestos se presenten correctamente y evitas posibles sanciones de Hacienda.

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Fiscalidad
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